Son muchos lo que preguntan sobre cual es el método para entrar en la Presencia que nos lleva a la dimensión de Gloria. Debo indicar que más que un método es una condición del corazón. Las llaves de lo celestial no son necesariamente como en la Tierra. En la tierra uno puede encontrar "amigos" a través de la finanzas o a través de pasar tiempo con ellos y honrarlos y de esta forma alcanzar acceso a los lugares y personas que ellos frecuentan y conocen. En las cosas de la Tierra los accesos son menos personales pero en lo celestial solamente podemos entrar a medida que los temas más fundamentales del evangelio se hacen cada vez más importantes en nuestra forma de conducirnos. ¿A qué me refiero?

 

PERDON

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. ”

(Mateo 5:23–25 RVR60)

 

No debería ser así pero a algunos les toma un poco de tiempo perdonar a los que les hacen daño. Tenemos que hacerlo pues si Dios no puede aceptar mi ofrenda tampoco me puede aceptar a mí, hasta que pueda perdonar. La ofrenda es una extensión de mi corazón y Dios no puede aceptarla hasta que el ambiente de mi corazón tiene el ambiente del Cielo. Jesús nos habla en este pasaje de ponernos de acuerdo con nuestro adversario (por supuesto no está hablando de Satanás sino de los hermanos que se convierten en adversarios) y nos dice que no solucionar nuestras desavenencias provoca que seamos echados en lugar llamado "cárcel o prisión" donde tenemos que pagar hasta el último cuadrante. Teólogos interpretaron de forma equivocada este lugar como el "Purgatorio". Jesús está hablando de un lugar espiritual donde no podemos avanzar a nuestro próximo nivel en la Gloria de Dios. Es una cárcel porque Dios nos quiere creciendo de Gloria en Gloria y hasta que no paguemos por nuestra desavenencia con el último cuadrante (moneda más pequeña) no podemos avanzar en nuestra cercanía a lo glorioso. En ocasiones  puede suceder que estos hermanos adversarios no quieran perdonarnos o tener ningún tipo de contacto con nosotros, de ahí en adelante eso queda a su cuenta y responsabilidad. Nuestro deber es perdonar y buscar la Paz...

 

PAZ

“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”

(Romanos 12:18–20 RVR60)

 

La paz en el corazón es el ambiente del avance. Por esto, mucha gente no puede tener ni oír la voz de Dios en sus vidas debido a la falta de tranquilidad y sosiego en sus corazones. El reposo de nuestra mente y corazón es indispensable para que nuestros ojos y oídos del espíritu estén preparados para recibir lo que el Cielo quiera enviarnos.

 

HAMBRE DE DIOS

“Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”

(Isaías 26:2–3 RVR60)

 

Se abren las puertas de lo sobrenatural a los justos, ¿a qué clase de justos? Los que guardan las verdades, los que guardan los conceptos y enseñanzas más fundamentales de la Palabra de Dios y son estos los que tienen la capacidad de mantener sus pensamientos en la búsqueda continua de su Presencia y la alcanzan.

 

HUMILDAD

“¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.” (Santiago 4:5–8 RVR60)

 

El Espíritu Santo anhela llevarnos cada vez más cerca de Él pero la gracia para llegar allí se la dan a los humildes. En la Tierra parece que ser que los aguzados o listos son los que alcanzan las cosas mayores pero lo más preciado en el Cielo es la humildad. Humillarnos ante el Señor y ser humildes entre nuestros hermanos es indispensable para alcanzar los niveles más altos en la Gloria de Dios. Nunca desear lo glorioso de Dios para nuestro beneficio sino para bendecir.

 

Esto son algunos de las principios que he aprendido en mi camino hacia la manifestación de la Gloria de Dios.

 

Su con-siervo,

 

Tito Cabán

titocaban.com